Volvariella volvacea

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Los micelios de los hongos comestibles son ricos en nutrientes (Huang et al., 2006; Chiu et al., 2010) y se utilizan ampliamente en los campos de la fermentación y la medicina (Mathew et al., 2008; Diamantopoulou et al., 2012; Zhang et al., 2017). Sus valores agrícolas y comerciales disminuyen junto con la disminución de la vitalidad de las cepas degeneradas. Sin embargo, muchos cultivadores pasan por alto la degeneración que se produce en la etapa micelial. En la fase de fructificación se producen graves problemas de degeneración, que pueden dar lugar a enormes pérdidas económicas (Magae et al., 2005). Por lo tanto, deben investigarse métodos para identificar la degeneración temprana en las cepas de V. volvacea. En este estudio, se utilizó el subcultivo de micelio para conservar las cepas de V. volvacea. Además, se determinaron las características biológicas y los nutrientes de los micelios degenerados, y se propuso un método sencillo para detectar la degeneración de las cepas de V. volvacea. Este estudio proporciona una base teórica para la identificación temprana de la degeneración en V. volvacea y otros hongos comestibles.

Clasificación de la volvariella volvacea

La Volvariella volvacea (también conocida como seta de paja de arroz o seta de paja) es una especie de seta comestible que se cultiva en todo el este y el sudeste de Asia y que se utiliza mucho en la cocina asiática. En las regiones en las que se cultivan suelen estar disponibles frescas, pero en otros lugares es más frecuente encontrarlas en conserva o secas. En todo el mundo, las setas de paja son la tercera seta más consumida[2].
Las setas de paja se cultivan en lechos de paja de arroz y lo más habitual es que se recojan cuando están inmaduras (a menudo etiquetadas como «sin pelar»), durante su fase de botón o huevo y antes de que se rompa el velo[3]. Son adaptables y tardan de cuatro a cinco días en madurar, y se cultivan con más éxito en climas subtropicales con altas precipitaciones anuales. No se ha encontrado ningún registro de su cultivo antes del siglo XIX[4].
Una taza[ambigua] de setas de paja es nutricionalmente densa y aporta 240 kilojulios (58 kilocalorías) de energía alimentaria, 27,7 µg de selenio (50,36% de la CDR), 699 mg de sodio (46,60%), 2,6 mg de hierro (32,50%), 0,242 mg de cobre (26. 89%), 69 µg de vitamina B9 (folato) (17,25%), 111 mg de fósforo (15,86%), 0,75 mg de vitamina B5 (ácido pantoténico) (15,00%), 6,97 g de proteínas (13,94%), 4,5 g de fibra dietética total (11,84%) y 1,22 mg de zinc (11,09%)[5].

Morfología de volvariella volvacea

Los micelios de los hongos comestibles son ricos en nutrientes (Huang et al., 2006; Chiu et al., 2010) y se utilizan ampliamente en los campos de la fermentación y la medicina (Mathew et al., 2008; Diamantopoulou et al., 2012; Zhang et al., 2017). Sus valores agrícolas y comerciales disminuyen junto con la disminución de la vitalidad de las cepas degeneradas. Sin embargo, muchos cultivadores pasan por alto la degeneración que se produce en la etapa micelial. En la fase de fructificación se producen graves problemas de degeneración, que pueden dar lugar a enormes pérdidas económicas (Magae et al., 2005). Por lo tanto, deben investigarse métodos para identificar la degeneración temprana en las cepas de V. volvacea. En este estudio, se utilizó el subcultivo de micelio para conservar las cepas de V. volvacea. Además, se determinaron las características biológicas y los nutrientes de los micelios degenerados, y se propuso un método sencillo para detectar la degeneración de las cepas de V. volvacea. Este estudio proporciona una base teórica para la identificación temprana de la degeneración en V. volvacea y otros hongos comestibles.

Nutrición de la volvariella volvacea

La Volvariella volvacea (también conocida como seta de paja de arroz o seta de paja) es una especie de seta comestible que se cultiva en todo el este y el sudeste de Asia y que se utiliza mucho en la cocina asiática. En las regiones en las que se cultivan suelen estar disponibles frescas, pero en otros lugares es más frecuente encontrarlas en conserva o secas. En todo el mundo, las setas de paja son la tercera seta más consumida[2].
Las setas de paja se cultivan en lechos de paja de arroz y lo más habitual es que se recojan cuando están inmaduras (a menudo etiquetadas como «sin pelar»), durante su fase de botón o huevo y antes de que se rompa el velo[3]. Son adaptables y tardan de cuatro a cinco días en madurar, y se cultivan con más éxito en climas subtropicales con altas precipitaciones anuales. No se ha encontrado ningún registro de su cultivo antes del siglo XIX[4].
Una taza[ambigua] de setas de paja es nutricionalmente densa y aporta 240 kilojulios (58 kilocalorías) de energía alimentaria, 27,7 µg de selenio (50,36% de la CDR), 699 mg de sodio (46,60%), 2,6 mg de hierro (32,50%), 0,242 mg de cobre (26. 89%), 69 µg de vitamina B9 (folato) (17,25%), 111 mg de fósforo (15,86%), 0,75 mg de vitamina B5 (ácido pantoténico) (15,00%), 6,97 g de proteínas (13,94%), 4,5 g de fibra dietética total (11,84%) y 1,22 mg de zinc (11,09%)[5].