Conidiospora

Esporangiosporas y conidiosporas

Reimpresiones y permisosSobre este artículoCite este artículoCai, F., Gao, R., Zhao, Z. et al. Compromisos evolutivos en la aptitud de los hongos: las hidrofobinas pueden dificultar la dispersión adversa de las conidiosporas y desafiar su supervivencia.
ISME J 14, 2610-2624 (2020). https://doi.org/10.1038/s41396-020-0709-0Download citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard

Conidios

Los conidios son esporas producidas asexualmente que nacen en el exterior de las células que los producen. Esta definición puede resultar confusa, pero sólo es necesario comparar los conidios con las esporangiosporas para ver la diferencia. Las esporangiosporas se producen dentro de células especializadas llamadas esporangios y permanecen encerradas en las células hasta su madurez. Los conidios pueden producirse en el interior de una célula (aunque no siempre), pero al madurar estarán expuestos al entorno exterior. Hay una zona gris aquí, pero en su mayor parte nuestra definición se mantiene.
La reproducción asexual por conidios es una parte importante de la vida de muchos hongos. Los conidios de estos hongos no sólo germinan y producen una nueva generación, sino que también funcionan en la dispersión y, por lo tanto, tienen características físicas adecuadas para el desempeño más eficiente de este papel. Los hongos se encuentran en una gran variedad de hábitats y tienen una variedad igualmente grande de mecanismos de dispersión, incluida la forma conidial. Las imágenes que se muestran arriba pueden dar una idea de lo diversas que pueden ser estas formas.

Wikipedia

Un conidio (plural conidios), a veces denominado clamidospora asexual o clamidoconidio (plural clamidoconidios),[1] es una espora asexual,[2] no móvil de un hongo. El nombre proviene de la palabra griega para polvo, κόνις kónis.[3] También se denominan mitosporas debido a la forma en que se generan a través del proceso celular de la mitosis[cita requerida] Las dos nuevas células haploides son genéticamente idénticas al progenitor haploide, y pueden desarrollarse en nuevos organismos si las condiciones son favorables, y sirven en la dispersión biológica.
La reproducción asexual en los ascomicetos (el filo Ascomycota) se realiza mediante la formación de conidios, que nacen en tallos especializados llamados conidióforos. La morfología de estos conidióforos especializados suele ser distintiva entre especies y, antes del desarrollo de las técnicas moleculares a finales del siglo XX, se utilizaba ampliamente para la identificación de especies (por ejemplo, Metarhizium).
Un conidio puede formar tubos germinativos (tubos de germinación) y/o tubos de anastomosis conidial (CAT) en condiciones específicas. Estos dos son algunas de las hifas especializadas que forman los conidios de los hongos. Los tubos germinativos crecerán para formar las hifas y los micelios fúngicos. Los tubos de anastomosis conidial son morfológica y fisiológicamente distintos de los tubos germinales. Después de inducir a los conidios a formar tubos de anastomosis conidial, crecen dirigiéndose el uno al otro y se fusionan. Una vez que se produce la fusión, los núcleos pueden pasar a través de los TAC fusionados. Estos son eventos de crecimiento vegetativo del hongo y no de reproducción sexual. La fusión entre estas células parece ser importante para algunos hongos durante las primeras etapas del establecimiento de la colonia. Se ha sugerido que la producción de estas células ocurre en 73 especies diferentes de hongos[6][7].

Estructura de las conidiosporas

Las conidiosporas del basidiomiceto de podredumbre blanca Phanerochaete chrysosporium tienden a agregarse durante el hinchamiento y la germinación en un medio líquido agitado; con el paso del tiempo, los agregados iniciales tienden a asociarse y a capturar conidiosporas que permanecen aisladas. Las composiciones químicas superficiales de las conidiosporas y de las hifas desarrolladas se analizaron mediante espectroscopia de fotoelectrones de rayos X. Los datos se interpretaron modelando la superficie en términos de proteínas, polisacáridos y compuestos similares a los hidrocarburos. Se estimó que la composición molecular de la superficie de las conidiosporas latentes era de aproximadamente un 45% de proteínas, un 20% de carbohidratos y un 35% de compuestos similares a los hidrocarburos. El contenido de polisacáridos aumentó durante la germinación. Más tarde, cuando se desarrollaron las hifas, el contenido de polisacáridos fue aún mayor y el de proteínas disminuyó. El paso inicial de la agregación se atribuye a la formación de puentes de polisacáridos; su aparición no puede explicarse por un cambio de la hidrofobicidad general o de las propiedades eléctricas de las conidiosporas.